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La alta interoperabilidad dispara los ingresos de las empresas

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Fuente: : Expansión

Las compañías que cuentan con aplicaciones muy interoperables -capaces de trabajar juntas e intercambiar datos entre sí- consiguen incrementar su facturación hasta seis veces más que el resto.

La interoperabilidad es la capacidad de los sistemas de información o las aplicaciones empresariales para interactuar con facilidad entre sí e intercambiar datos. Una experiencia de usuario sin fisuras a través de todas las aplicaciones puede crear una única fuente fiable de datos capaz de alinear a toda la organización en torno a objetivos comunes, consiguiendo así mejoras en la toma de decisiones, la conexión entre las personas y la generación de información valiosa.

En este sentido, las compañías que cuentan con aplicaciones empresariales muy interoperables tienen mayor capacidad para prosperar en medio de la incertidumbre y lograr un mayor rendimiento financiero. Así lo revela el nuevo informe Liberando Valor: acelerando el crecimiento a través de la interoperabilidad, elaborado por Accenture. El estudio ha contado con la participación de más de 4.000 directivos de compañías procedentes de 19 sectores y 23 países distintos, incluyendo a España.

Resultados

Estas empresas con elevada interoperabilidad, que representan en torno al 34% del total de las encuestadas en la investigación, lograron aumentar sus ingresos el año pasado seis veces más rápido que las que reconocieron tener una interoperabilidad baja. Además, disponen de potencial para sumar otros cinco puntos porcentuales más al crecimiento de su facturación anual.

Los datos reflejan que, sólo en los dos últimos años, una de cada dos empresas adoptó nuevas tecnologías y transformó su negocio más rápido que nunca. Asimismo, el 40% introdujo cambios en varias partes de su negocio al mismo tiempo, buscando una mayor interoperabilidad. Esto ayuda a las compañías a contar con la agilidad necesaria para llevar a cabo una transformación adecuada.

Al utilizar aplicaciones que interactúan fácilmente entre sí para permitir tanto el intercambio de datos como una mayor transparencia y participación de las personas, las organizaciones pueden pivotar más rápidamente y aprovechar nuevas oportunidades.

«Aunque el concepto de interoperabilidad no es nuevo, ahora la tecnología que lo hace posible de forma eficiente y rentable está por fin al alcance de la mayoría de las empresas», afirma Jordi Roca, managing director de Accenture y responsable de Tecnologías Empresariales e Industriales. El experto señala que profundizar en este concepto hace posible acelerar «dos puntos básicos para el éxito empresarial».

En primer lugar, contribuye a acelerar la colaboración, romper los silos existentes y desarrollar una visión más transversal que puede empoderar a las personas para lograr mejores resultados. Por otra parte, permite «comprimir la transformación para liberar más valor en menos tiempo». Según Roca, una de cada tres empresas ha conseguido priorizar este nivel de agilidad para acelerar el crecimiento de sus ingresos, su eficiencia y su resiliencia.

Barreras

En un contexto de tantos cambios e incertidumbre como el actual, la arquitectura de aplicaciones se ha complicado en gran medida. La mayoría de las grandes empresas tiene ya más de 500 aplicaciones, y ocho de cada diez afirman que continuarán ampliando su arquitectura de aplicaciones, algo que hace que tener un enfoque interoperable sea más necesario que nunca. De hecho, dos de cada tres compañías creen que el número de aplicaciones y sus complejidades técnicas son una barrera para alcanzar la interoperabilidad.

Frente a estos desafíos, las empresas exitosas hacen de la alta interoperabilidad un elemento central de su estrategia global de negocio. No sólo se benefician de un mayor rendimiento financiero, sino que también son un 12% más eficientes en la mejora de su cadena de suministro y operaciones, un 16% mejores en la reinvención de la experiencia de cliente, un 12% más exitosas en la mejora de la productividad de sus empleados y un 4% más tendentes a adoptar prácticas y medidas sostenibles con éxito.

Entre otras ventajas, la interoperabilidad agiliza el intercambio de datos y acaba con una problemática común en las compañías: el hecho de que varias personas trabajen en la misma tarea. Asimismo, reduce el tiempo que se dedica a alternar entre diferentes aplicaciones, algo que puede llegar a suponer dos horas de la jornada laboral de cada empleado.

Como apuntaba Jordi Roca, cuando las compañías logran comprimir sus transformaciones de años a meses o incluso días, abren la puerta a una transformación simultánea de múltiples partes de su negocio que les ayuda a superar los obstáculos y aprovechar nuevas oportunidades. No obstante, este proceso sólo se da cuando todo está integrado y es interoperable, desde las diversas tecnologías que impulsan el negocio hasta los propios empleados sobre el terreno.

Aunque construir y mejorar la interoperabilidad en un panorama de aplicaciones tan variado no resulta sencillo, desde Accenture hacen hincapié en algunos aspectos clave que contribuyen a posicionar a las empresas hacia el buen camino: sacar partido de la nube, utilizar tecnología componible y poner el foco en la colaboración. En definitiva, el informe recalca que, en una época de tanta volatilidad, las empresas necesitan ganar en flexibilidad y adaptabilidad. La interoperabilidad de aplicaciones es la palanca idónea para ello, además del vector para acelerar de forma efectiva en la transformación digital.

CLAVES PARA QUE LAS COMPAÑÍAS ALCANCEN ESTAS MEJORAS

  • Sacar partido de la nube. La nube, que se trata de un elemento fundamental para la interoperabilidad, ya es omnipresente. Cada vez son más las compañías que comienzan trasladando sus aplicaciones a la nube e invirtiendo en otras basadas en el ‘cloud’. La importancia de la nube, que muchos ejecutivos ajenos al sector tecnológico aún no terminan de comprender, reside en su escalabilidad y en la facilidad para conectar los datos y las experiencias entre las distintas aplicaciones, creando una única versión de la realidad para la organización. El estudio de Accenture revela que alrededor del 72% de las empresas con interoperabilidad alta o media ha adoptado la nube pública y ya ha migrado casi un tercio de sus datos y cargas de trabajo. Estas compañías también utilizan la nube para cambiar su forma de trabajar. Con la intención de estandarizar y simplificar procesos, buscan obtener información en tiempo real y elevar la agilidad. Este nivel de interoperabilidad rompe los silos organizativos y crea un hilo conductor para que las iniciativas de cambio fluyan hacia toda la organización en paralelo y a gran velocidad.
  • Utilizar tecnología componible. La denominada tecnología componible hace referencia a aquellos conjuntos de funciones empaquetadas e interconectadas de eficacia demostrada que pueden ser configuradas y reconfiguradas a gran velocidad para hacer frente a las necesidades cambiantes en las empresas. Este tipo de tecnología potencia la flexibilidad en el corazón de las organizaciones, permitiendo que puedan hacer frente a la disrupción a través de una transformación mejor, más rápida y barata. Para conseguirlo, es necesario evolucionar desde una arquitectura tecnológica de piezas estáticas e independientes hacia otra de piezas componibles. En la práctica, esto implica la utilización de soluciones preconstruidas e interoperables. En cualquier caso, el principal beneficio de la tecnología componible es el análisis e intercambio de datos. Con la información que fluye entre las aplicaciones conectadas, las empresas pueden compartir datos con facilidad para que todas las personas en la organización se encuentren alineados, dando lugar a un propósito común y facilitando la toma de mejores decisiones.
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