Es el momento de hacer una reflexión que delimite y acote la dimensión del dato en la estrategia empresarial
Acumular grandes cantidades de datos cada día es más caro y menos rentable, tanto desde el punto de vista reputacional comodel económico. Sobre todo si tenemos en cuenta que el 90% de los datos existentes desde el principio de la historia del hombre se han generado en los dos últimos años.
Por eso, hay que combinar la mayor eficiencia en su uso con el mejor servicio y respeto a sus copropietarios, es decir, los consumidores y los ciudadanos. Este es un concepto justificado porque:
- La transparencia del uso y gestión del dato es un derecho del cliente. Según Accenture, al 55% de los clientes les gustaría conocer cómo los proveedores cumplen la legalidad alrededor de los datos. El ciudadano debe conocer y evaluar el uso de datos que utiliza sobre él una compañía o una administración, tanto los directamente captados a través de los servicios que le presta, como los recogidos a través de terceros.
- El cliente demanda una mejor experiencia gracias al conocimiento que se tiene de sus necesidades y preferencias. El 54% de los clientes esperan ofertas personalizadas el mismo día que dan sus datos. Pero también espera beneficiarse del uso de esos datos con nuevos y mejores servicios de personalización y, por qué no, de ventajas de precios y fidelización.
- El dato captado y almacenado siempre debe generar valor a las compañías Según Computer Business Review, el 85% de los datos almacenados por las organizaciones son inservibles. El almacenamiento indiscriminado de información y su gestión tiene un impacto económico que las compañías deben medir cuidadosamente.
Es el momento de hacer una reflexión que delimite y acote la dimensión del dato en la estrategia empresarial mediante. Para ello es necesario:
- un análisis detallado de los datos disponibles.
- un compromiso claro y transparente, más allá del cumplimiento de la legislación, sobre la utilización de datos en cada negocio.
- un modelo que empodere al propietario del dato a evaluar y decidir a qué compañías y servicios está dispuesto a donar sus datos para que, a su vez, estos reviertan en su beneficio o no.
De esta manera, el nuevo valor de compra se derivará de la experiencia y ética en el uso de los datos, la calidad y precio del producto o servicio.